Ricardo Arriazu, el economista tucumano de gran prestigio entre inversores y funcionarios del gobierno, expresó duras críticas al esquema de bandas de flotación cambiaria implementado por el equipo económico de Luis Caputo tras el acuerdo con el FMI en abril. Durante una presentación organizada por la sociedad de bolsa MegaQM, Arriazu también cuestionó la decisión de eliminar las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs) y abandonar la fijación de una tasa de interés de referencia, en un contexto donde circulan rumores sobre un posible retroceso del Banco Central hacia tasas reguladas.
Arriazu destacó que el dólar sigue siendo una unidad de cuenta clave en Argentina, lo que otorga a la moneda extranjera una relevancia crítica. “Estoy completamente en contra de esa medida, porque mientras en Argentina sea unidad de cuenta el dólar, la divisa tiene una importancia fenomenal”, afirmó. Según el economista, la política monetaria reciente, que incluía la compra y venta de LEFIs para fijar tasas, era comparable a la de Estados Unidos. Sin embargo, señaló que “de golpe decidieron cambiar, eliminar las LEFIs e ir a un esquema de licitaciones. Luego dijeron que iban a igualar los encajes para todos los depositantes, más que nada para los Fondos Comunes de Inversión, los subieron 5%”.
¿Beneficio?
El experto alertó sobre las consecuencias de estas decisiones: “Están sacando fondos, pero simultáneamente están subiendo los spreads porque eso tiene un costo para los bancos”. Además, el cambio en el esquema de bandas de flotación impactó negativamente en las proyecciones inflacionarias. “El resultado de poner la banda fue que de mi cálculo de inflación, con la devaluación al 1% era 18% para este año, ahora estoy en 27%”, explicó. Arriazu también criticó el retiro de las LEFIs, que, según él, “lo que hizo fue subir la tasa de interés y la volatilidad”.El economista expresó su escepticismo sobre los beneficios de estas medidas: “El único beneficio es que no le podrían decir que están atrasando el tipo de cambio, pero se lo dicen de todas maneras. La verdad es que no puedo entender el beneficio”. En este sentido, Arriazu recordó su experiencia en Estados Unidos, donde formaba parte de un grupo que defendía la flotación del tipo de cambio: “Yo era del grupo de los flotadores”. Sin embargo, al llegar a Argentina y observar el rol del dólar como segunda moneda, abandonó esa postura y se convirtió en un firme defensor de la Convertibilidad en los años 90.
Arriazu subrayó la necesidad de implementar reformas estructurales para lograr un tipo de cambio competitivo, aunque mostró poco optimismo al respecto. “Equilibrio macro es lo que hicieron, reformas estructurales son pocas porque no tienen poder para hacerlas. Este es un país federal donde la mitad del gasto y los impuestos están en las provincias”, señaló. Como ejemplo, mencionó el proyecto minero Filo del Sol en San Juan, al que inicialmente otorgó un 30% de probabilidad de éxito, pero que tras el acuerdo con el FMI elevó al 50%. Sin embargo, advirtió: “Hay 50% de probabilidades de que fracase. Argentina es un país de oportunidades perdidas. No me voy a jugar a que Argentina cambió. Cambió un pequeño grupo de personas. Pero la inmensa mayoría de los argentinos sigue pensando de la misma manera”.